La práctica de ejercicio siempre es beneficiosa para el organismo y en general para la salud. Sin embargo, en verano es más importante que nunca adoptar una serie de medidas y tener en cuenta los factores ambientales, de calor, y humedad. Practicar alguna actividad física en época de altas temperaturas provoca que el cuerpo incremente la irrigación sanguínea en la piel como así también la sudoración. Este proceso interno, denominado termorregulación, tiene como objetivo eliminar el calor acumulado en el interior y, de esta manera, disminuir o mantener la temperatura del cuerpo. Ya sea que uno corra, juegue un partido de fútbol, ande en bicicleta o camine, es importante tomar ciertos recaudos, cuando aumenta la temperatura, para así evitar complicaciones. Te compartimos los principales:
Es necesario estar atentos y ante la presencia de síntomas como mareo, dolor de cabeza, fatiga, sensación de ahogo, frecuencias cardíacas elevadas, calambres, orinar con color oscuro es importante dejar de hacer ejercicio inmediatamente; bajar la temperatura corporal e hidratarse, sin esperar tener sed para hacerlo, tomando agua o bebidas deportivas que repongan sales y minerales. Si es posible, se recomienda humedecer el cuerpo con agua fría. En el caso de no mejorar después de 30 minutos, consultar inmediatamente al médico.