La alergia es una reacción frente a sustancias que nuestro cuerpo reconoce como extrañas (alérgenos) y que el sistema de defensas no consigue neutralizar. Esta respuesta causa una serie de reacciones físicas y químicas, responsables de los síntomas de la alergia. Las enfermedades más comunes son el asma, la dermatitis atópica, la rinitis, la rinoconjuntivitis o la celiaquía.
Los síntomas más comunes de una reacción alérgica varían en función de la enfermedad. El picor, los estornudos, la mucosidad o la congestión nasal pueden ser un síntoma de rinitis alérgica. La dificultad para respirar puede ser un signo de asma. Los ojos rojos con picor y lagrimeo pueden ser un indicio de conjuntivitis y la dermatitis atópica se manifiesta por la piel seca con mucho picor.
En las últimas décadas, estas patologías se han convertido en uno de los principales problemas sanitarios de la mayoría de los países. Los factores ambientales, el estilo de vida y la alimentación, entre otros, están implicados en este preocupante incremento de las alergias. El asma y la rinitis alérgica son las dos enfermedades alérgicas más prevalentes.
Aunque la alergia resulta un agente difícil de controlar no está de más seguir algunos consejos que puedan ayudar a evitar la exposición a ciertos agentes alérgenos causantes de los síntomas. A continuación indicamos algunos de ellos: