El Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo se celebra el 2 de abril. Fue creado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, para poner de relieve la necesidad de ayudar a mejorar las condiciones de vida de los niños y adultos que sufren este trastorno, de difundir sobre la importancia del diagnóstico precoz y la intervención temprana como así también de trabajar para la inclusión social de todos los niños, niñas y adolescentes con algún Trastorno del Espectro Autista.
El autismo está considerado como una discapacidad que afecta el desarrollo neurológico de los individuos que lo padecen y que se presenta en las primeras etapas de la infancia. Se caracteriza por ser una condición que afecta la interacción con el mundo exterior, el contacto con las personas del entorno y problemas de comunicación verbal. Se estima que la prevalencia de los Trastornos del Espectro Autista es del 1%. Es cinco veces más frecuente en varones que en niñas, aparece por igual en todas las clases sociales, culturas y razas, y las manifestaciones clínicas son tempranas y van haciéndose evidentes a medida que el niño se desarrolla. No tiene una única causa conocida. Considerando la complejidad del trastorno y el hecho de que los síntomas y la gravedad varían, probablemente haya muchas causas. La genética y el medio ambiente pueden influir.
El autismo puede presentarse de varias maneras y con una cantidad variable de síntomas. Algunos de ellos pueden ser la capacidad de hablar o no hablar, tener comportamientos repetitivos u obsesivos (como decir una frase una y otra vez), el jugar con partes de un juguete en vez del juguete entero, la falta de interés hacia otros niños en la escuela, nulidad de juegos simbólicos, también llamados juegos de roles, no señalar los objetos de su interés, deseo de estar solos y el dar respuestas no relacionadas con las preguntas que se les realizan.
Es importante para los niños con este trastorno establecer una rutina diaria que incluya horarios para despertar, cepillarse, comer, jugar y dormir, es decir, que idealmente, todo debe estar previamente establecido para no dejar nada al azar; ser persistente en lo que se desea enseñar; reforzar las conductas deseadas por medio de halagos y frases positivas que hagan sentir al niño que está haciendo lo correcto; y solicitar una programación específica para el niño en la escuela.
Las personas con trastorno del espectro del autismo (TEA) deben tener las mismas oportunidades para expresar su potencial tanto en el ámbito de la educación como en el mundo laboral, gracias a entornos accesibles y apoyos adecuados. Cada persona es diferente y tiene unas determinadas fortalezas, que la sociedad puede y debe fomentar para ser cada vez más respetuosa con la diversidad.