Día Nacional de la Seguridad Vial.
Este día está dedicado a promover la educación vial como estrategia para reducir los accidentes de tránsito, causa
importante de morbimortalidad. Dicha estrategia comprende el conocimiento de normas y señales de circulación y el
desarrollo de actitudes y prácticas de prevención de accidentes.
Un informe de la Organización Mundial de la Salud afirmó que cada 24 segundos muere una persona en el mundo por
siniestros de tránsito. Algo así como 1.35 millones al año. Además indicó, que la siniestralidad vial es la
principal causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años, y que las lesiones derivadas de esos hechos representan
la octava razón de muerte a nivel global. Los datos provistos por el organismo, que provienen de un estudio de 2019,
también demuestran que las personas más vulnerables son peatones, ciclistas y motociclistas, que aportan el 54% de las
víctimas en siniestros viales.
Argentina ostenta uno de los índices más altos de mortalidad producida por siniestros de tránsito: 20 personas
mueren por día, y más de 120.000 heridos anuales de distinto grado, además de cuantiosas pérdidas materiales. Esta
cifra es significativamente elevada si se la compara con los índices de otros países, en relación a su población y
número de automóviles circulantes.
Cruzar la calle, conducir un auto, una moto o una bicicleta son, en apariencia, acciones simples que mal realizadas
pueden ser la causa de un siniestro vial, provocando lesiones graves y hasta pérdidas humanas. Por ello, todos debemos
respetar y conocer las normativas que rigen el tránsito en el país para cuidarnos pero también para cuidar al otro.
Esto es válido tanto para conductores como para peatones. Se trata de lograr un cambio cultural que transforme
conductas imprudentes en responsables a la hora de circular. Por este motivo, queremos compartir con ustedes algunos
consejos sobre seguridad vial:
- Respetar los semáforos y señales de tránsito.
- Estar bien físicamente. Es importante para el conductor conocer el propio estado de salud. Ciertas enfermedades,
cardíacas, hipertensión, diabetes, epilepsia, entre otras, pueden afectar la manera de conducir.
- Circular dentro de la velocidad permitida y segura. Mantener la distancia o espacio de seguridad.
- Respetar los pasos peatonales.
- Usar el cinturón de seguridad tanto el conductor como los pasajeros. Es necesario que los niños más pequeños viajen
sujetos en sus sillas especiales, las que se fijan al asiento con el cinturón de seguridad del vehículo y con anclajes que
traen los vehículos de fábrica. Las mascotas deben viajar sujetas con el cinturón de seguridad o en su canasto o jaula
cerrada.
- No beber alcohol si se va a conducir.
- No utilizar el celular ni otros aparatos que causan distracción y tensión al conducir.
- Conducir descansado, preferentemente de día.
- Conducir alerta y con precaución los días con lluvia.
- Evitar conducir con niebla.
- Estar bien emocionalmente. Es importante reconocer en uno mismo, aquellas situaciones o
circunstancias, que pueden, por razones emocionales, perjudicar un desempeño seguro en el tránsito. Y también
estar atento para detectar estos problemas en los comportamientos problemáticos de los demás usuarios de la vía,
para actuar en consecuencia y evitar accidentes.
- Evitar conducir cansado o con sueño, tanto de noche como durante el día.
- Realizar un buen chequeo del vehículo, asegurándose del perfecto estado de funcionamiento y de los accesorios de seguridad.
- No fumar al conducir.
- Muchos medicamentos recetados y las drogas ilegales pueden afectar fuertemente la capacidad de conducir.
- Motos. Los cascos salvan vidas al evitar o amortiguar golpes y heridas en la cabeza.
- Bicicletas. Usar casco, iluminarse con ropas claras y materiales reflectantes, no usar auriculares que
disminuyan la audición y atención, mantener la bicicleta en buenas condiciones, y llevar las luces reglamentarias:
blanca adelante y roja atrás.
- Peatones. Al cruzar, prestar atención y hacerlo por la esquina o senda peatonal. Respetar las señales
del semáforo. No jugar en la calle. No caminar por la calzada.
El cambio que necesitamos empieza por nosotros mismos.
Comprometámonos con la vida.
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