7 consejos para tener una piel sana durante el verano.
El sol aporta a nuestro organismo numerosos beneficios: nos brinda un gran porcentaje de vitamina D, que favorece la secreción
de dopamina y serotonina, las hormonas de la felicidad.
Nos ayuda a combatir la psoriasis y el acné, activa las defensas y fortalece nuestros huesos. No obstante, no debemos relajarnos,
ya que el sol puede causar grandes riesgos para la salud si no nos cuidamos y actuamos responsablemente.
Si queremos mantener el buen estado de nuestra dermis, lucir un bonito bronceado y no sufrir consecuencias en el futuro no
debemos bajar la guardia este verano.
La piel tiene memoria por lo que todo lo que hagamos hoy, se reflejará mañana en ella. Así que, mejor seguir una serie de
cuidados estos meses de más calor y mayor exposición al sol para que la dermis no sufra más de la cuenta:
- Limpieza: para conseguir un bronceado homogéneo y 100% seguro hay que preparar la piel. Antes de exponerte al sol, te
recomendamos una exfoliación corporal (en la ducha, por ejemplo) así eliminarás las impurezas, alisarás la piel y la dejarás
lista para el sol.
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Hidratación: la falta de agua en la piel se traduce en un aspecto seco, apagado e incluso escamado. Aplicarse cremas hidratantes
faciales y corporales, a diario, después de nuestra rutina de limpieza, es fundamental.
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Protección: aplica el protector solar media hora antes de exponerte al sol, sobre la piel limpia y seca. Es la única forma de
protegerte de los rayos UV y UVA, previniendo así problemas tan graves como el cáncer de piel. Ponte de forma generosa. Renueva
la aplicación cada dos horas aproximadamente y cada vez que te metas en el agua. No olvides que incluso cuando estás en la sombra
o esté nublado es necesaria una protección adecuada (mínimo 30 FPS).
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Tiempo justo: evita ponerte al sol en las horas de máxima verticalidad (entre las 11h y las 16h de la tarde). Empieza a
exponerte progresivamente.
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Ropa adecuada: cuando vayas a la playa o a la piscina no uses productos que contengan alcohol, perfumes o colonias, ya que
podrían inducir a la aparición de manchas en la piel. Cuida con especial atención las zonas del cuerpo que siempre están
expuestas, como la cara, el cuello, la nuca, el pecho, los brazos y las piernas. Así, escoge ropas ligeras, sombreros, fulares
y pareos frescos.
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Alimentación: no abuses del consumo de carnes. Escoge frutas, verduras y alimentos ricos en antioxidantes, que ayudarán a
prevenir la degeneración celular y estimularán el flujo sanguíneo de la piel.
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Bebe abundante agua: tu cuerpo pierde gran cantidad de agua con el calor, por lo que debes reponerla constantemente.
Si tenemos en cuenta todas estas recomendaciones podremos disfrutar de un verano libre de riesgos.
Cuidar nuestra piel ahora significa una piel sana en el futuro.
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